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Anteojos y lentes de contacto

Los anteojos (de cerca, de lejos, bifocales, progresivos, con filtros solares) no suelen suponer ningún problema para las personas con defectos de refracciones leves o que no necesitan utilizarlos permanentemente.
Las lentes de contacto pueden ser duras, rígidas permeables al gas y blandas. Las lentes duras actualmente se utilizan muy poco. Las lentes rígidas permeables al gas son, en general, las menos perjudiciales para el ojo, ya que son las más permeables al oxígeno. Pueden corregir astigmatismos mejor que las blandas. Las lentes blandas, más confortables que las anteriores, pueden presentar ocasionalmente intolerancias después de un tiempo variable de utilización.
Las lentes de contacto no solamente son útiles desde el punto de vista estético, sino porque permiten una mejor calidad visual que los anteojos, permitiendo además una visión lateral tan buena como la frontal.